El origen de todo, un tuit sobre mis preferencias y orden de lectura de la prensa digital. Las consecuencias en cascada, un par de reacciones veladamente airadas y mi bautizo automático como «más rojo que la lumbre» (sic). A pesar de lo anecdótico del caso, a raíz del mismo se me ha ocurrido ponerme a pensar sobre el punto en el que se encuentra la prensa de este país. Y si es posible que alguna vez abandone ese punto, que más que un punto es un abismo. Bueno… también he pensado más cosas.
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